En esta nueva semana la estratega me ha asignado el rol de crítico cuya función es: seleccionar un tema de actualidad y realizar una entrada con un comentario crítico personal.
El tema que he seleccionado es sobre las drogas. Trata si es correcta la decisión que ha tomado el alcalde de Rasquera, un pueblo de Tarragona: llevar a las urnas, si el plan anticrisis basado en las plantaciones de marihuana, debe proseguir o no. Para ello todos aquellos mayores de edad empadronados en el pueblo, están llamados a votar para decidir si las plantaciones de marihuana deben tirar para adelante.Si queréis saber más sobre la noticia os invito que visitéis el siguiente enlace:
http://www.20minutos.es/noticia/1364304/0/rasquera/referendum/plantaciones-marihuana/
http://www.20minutos.es/noticia/1364304/0/rasquera/referendum/plantaciones-marihuana/
Mi comentario crítico personal es el siguiente:
Acercar las drogas a la gente hace que se consuma más droga.
Un municipio no puede fomentar el consumo de drogas para obtener beneficios económicos.
La gente cree que por cultivar marihuana no están perjudicial.
Acercar las drogas a la gente hace que se consuma más droga.
Un municipio no puede fomentar el consumo de drogas para obtener beneficios económicos.
La gente cree que por cultivar marihuana no están perjudicial.
Como educador no apoyo este tipo de ideas porque los educadores trabajamos con niños, adolescentes y adultos los cuales están en una etapa en la que pueden ser víctimas de las adicciones.
La sociedad actual, en todas las latitudes fomenta el desmembramiento familiar, el consumismo desenfrenado e insustancial, tratando de crear la desorganización social generando una crisis de valores, situación que propicia y fomenta distintas adicciones.
Los educadores debemos tomar un papel protagonista en la generación de proyectos preventivos de esta sustancia.
Los educadores somos personas privilegiadas para interpretar a niños, adolescentes y adultos que pueden tener problemas de adicciones. La escuela después de la familia es el lugar con más grandes posibilidades de actuación frente a este problema.
En muchas ocasiones el educador puede ser el único adulto en la vida de alguno de sus educandos, el único que se preocupe y ocupe de lo que le esta sucediendo.
Debemos estar preparados, informados y tener convicciones claras sobre nuestra conducta frente a los alumnos, con respecto a las adicciones.
El educador ha de formar más que informar, la información sola no protege.
La información no debe crear curiosidad innecesaria. El educador deberá comprender el comportamiento de sus alumnos aportando su experiencia para guiar sus conductas y no quedarse en la crítica. Deberá dar cabida en su accionar docente al tema de las adicciones y cooperar para su desmitificación y conseguir que los jóvenes conozcan los riesgos que producen consumir estas sustancias.
Debemos fomentar y fortalecer la autoestima del adolescente y buscar asesoramiento en caso de adolescentes con problemas, ya que no debemos, ni podemos realizar asistencia.
La prevención de las adicciones es la utilización de recursos humanos, materiales e institucionales de que dispone la comunidad para atender las necesidades y resolver los problemas de las adicciones antes de que aparezcan. En esta tarea de prevención nosotros los educadores tenemos la posibilidad de ser los grandes protagonistas, de llegar al alumno con las herramientas que nos brinda la pedagogía y la didáctica a hablar su mismo lenguaje, no podemos quedarnos en una lección magistral, sino en una labor constante, persistente,
En resumen debemos integrar la información en todas las actividades normales del proceso educativo.
La sociedad actual, en todas las latitudes fomenta el desmembramiento familiar, el consumismo desenfrenado e insustancial, tratando de crear la desorganización social generando una crisis de valores, situación que propicia y fomenta distintas adicciones.
Los educadores debemos tomar un papel protagonista en la generación de proyectos preventivos de esta sustancia.
Los educadores somos personas privilegiadas para interpretar a niños, adolescentes y adultos que pueden tener problemas de adicciones. La escuela después de la familia es el lugar con más grandes posibilidades de actuación frente a este problema.
En muchas ocasiones el educador puede ser el único adulto en la vida de alguno de sus educandos, el único que se preocupe y ocupe de lo que le esta sucediendo.
Debemos estar preparados, informados y tener convicciones claras sobre nuestra conducta frente a los alumnos, con respecto a las adicciones.
El educador ha de formar más que informar, la información sola no protege.
La información no debe crear curiosidad innecesaria. El educador deberá comprender el comportamiento de sus alumnos aportando su experiencia para guiar sus conductas y no quedarse en la crítica. Deberá dar cabida en su accionar docente al tema de las adicciones y cooperar para su desmitificación y conseguir que los jóvenes conozcan los riesgos que producen consumir estas sustancias.
Debemos fomentar y fortalecer la autoestima del adolescente y buscar asesoramiento en caso de adolescentes con problemas, ya que no debemos, ni podemos realizar asistencia.
La prevención de las adicciones es la utilización de recursos humanos, materiales e institucionales de que dispone la comunidad para atender las necesidades y resolver los problemas de las adicciones antes de que aparezcan. En esta tarea de prevención nosotros los educadores tenemos la posibilidad de ser los grandes protagonistas, de llegar al alumno con las herramientas que nos brinda la pedagogía y la didáctica a hablar su mismo lenguaje, no podemos quedarnos en una lección magistral, sino en una labor constante, persistente,
En resumen debemos integrar la información en todas las actividades normales del proceso educativo.
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